Mejorando Continuamente

Allá por los años 50, un estadístico norteamericano fue invitado a dictar unas charlas en suelo japonés, las cuales trataban sobre control estadístico de procesos. Dicho individuo tuvo tal éxito que logró formar a cientos de ingenieros, directivos y estudiantes en temas relacionados a la calidad. Es así que, el concepto de calidad tomó mayor importancia en el mencionado país y, es por eso que, se le reconoce haber conseguido cambiar la mentalidad de los japoneses para que vieran la calidad como un arma estratégica.

William Edwards Deming
es uno de los personajes que más difundió el concepto de calidad total y, debido a eso, su nombre está asociado al desarrollo y crecimiento de Japón después de la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los conceptos más desarrollados por Deming fue el de la mejora continua, el cual se trata de la forma más efectiva de mejora de la calidad y la eficiencia en las organizaciones y el cual supo explicar mediante el conocido Círculo de Deming.


El Círculo de Deming, también conocido como ciclo PDCA (por sus siglas en inglés), es una estrategia de mejora continua de la calidad en 4 pasos. También se denomina espiral de mejora continua.


A continuación, se muestran los pasos en la imagen:






La interpretación de este círculo es muy sencilla:

Cuando se quiere obtener algo, lo primero que hay que hacer es planificar como es que se conseguirá; después se procede a realizar o hacer las acciones planificadas. A continuación, se procede a verificar de qué manera se está llevando a cabo el plan. Finalmente, es necesario implementar los cambios pertinentes para no volver a incurrir en los mismos errores, es decir, actuar. Y, nuevamente, se vuelve a empezar el ciclo planificando su ejecución pero introduciendo las mejoras provenientes de la experiencia anterior.

Conjuntamente, Ed Deming le ofreció al mundo diversas ideas acerca de lo que una buena administración significa. Entre estas ideas se encuentran los conocidos 14 principios de Deming mencionados a continuación:






Como podemos ver, cumplir con estos enunciados demanda un gran esfuerzo y disposición al cambio. Los estilos gerenciales anticuados simplemente no pueden aceptarlos. Sin embargo, cuando se alcanza este nivel de desarrollo, se puede lograr un ambiente de cooperación y liderazgo que les permite estar más competitivos y generar mayores beneficios para todos en la organización. El beneficio conseguido vale la pena, se llama: calidad total.


Muchos se preguntan si lo aportado por Deming ha mejorado el nivel de la administración, y lo cierto es que no sólo lo mejoró, sino que revolucionó con su manera de pensar y cambió ciertas reglas que estaban estipuladas hasta ese entonces, dándole un giro total a la manera de gerenciar; los llevó por el camino de la mejora continua hacia la calidad total.



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